“Olea Europaea”
La aceituna “Manzanilla Cacereña” se emplea tanto para la producción de aceite de oliva como aceituna de mesa, aderezada en verde o en negro. Se trata de una aceituna muy apreciada por la calidad de su pulpa, gozando de una gran aceptación entre los paladares más exquisitos. Se cultiva casi en exclusividad en la zona norte de la provincia de Cáceres, donde la climatología y el terruño de la zona hacen que este producto sea especial y diferente a cualquier otra variedad.
El fruto, de forma elíptica u ovoide y tamaño mediano, pasa del color verde al negro en su maduración, con un peso que oscila entre 3 y 4 gramos y una relación pulpa hueso de 5.66. Su contenido en aceite es bajo, pero de una calidad excepcional, con bastante cuerpo, aromas a hierba fresca, tomatera en frutos verdes y a plátano en frutos más avanzados y maduros.
La aceituna “Manzanilla Cacereña”, utilizada por nuestros antepasados para autoconsumo en la cocina y como conservante natural para ciertos productos como quesos, chorizos, etc. fue también utilizada como moneda de cambio con otros artículos. En la actualidad está considerada como una de las aceitunas de mayor calidad por su textura y sabor agradables al paladar.